2.6.12

03 - De una armónica

Pedro se despertó sobresaltado y sintiendo que lo observaban, por un momento notó un leve latido en sus sienes cuando un ruido imprevisto le distrajo. Se incorporó en su catre buscando el causante del ruido, una rata... ¿Blanca? que huía de su plato de comida con los restos de lo que fue un asqueroso almuerzo de prisión, pero Pedro no tuvo tiempo para preguntarse siquiera de donde había salido ese animal, cuando se oyó una voz aterradoramente familiar desde la oscuridad:
¿Insomnio eh? - dijo con sorna una voz desde la celda contigua- odio cuando me pasa también, en especial si ha sido un día particularmente malo como hoy - expresó la voz no sin cierto dejo de resentimiento hacia el mundo.
Pedro cerró los ojos por un momento para despejar su mente, había estado soñando con el juicio, otra vez veía las grandes puertas con arabescos, los pasillos interminables, el incesante repiqueteo de las máquinas de escribir que sellaban los destinos de cientos de fulanos como él diariamente, y, por supuesto, el olor.
El olor, el asqueroso olor del detergente para pisos que utilizaban los edificios gubernamentales, una mezcla hedionda de pino, lavanda y ¿alcohol? impregnó sus fosas nasales cual si hubiera estado deambulando por una corte de justicia todo el día con la nariz a ras del suelo, el olor fue lo que lo despertó.

¿Vas a hablar o qué? ¿Te asustan los ratones? - rió de nuevo la voz - Milly no es un ratón cualquiera, ella es una dama y no hubiera tocado tu comida si no hubiera visto que la despreciaste por completo - esta vez su voz tenía un tono de ternura, como si hablara de un ser querido - A decir verdad - la voz al parecer tenía ganas de hablar durante un rato más - es una porquería aún para ella, no sabes lo que aprecia la carne fresca cuando la logra conseguir, ¿o no Milly? - el ratón guardó silencio como solo un ratón sabe hacerlo

¿Eh? - dijo Pedro un tanto confuso, nunca fue del tipo social - ¿Milly? - el recuerdo del olor seguía rondando su cabeza.

Si - replicó la voz - Milly, ¿Qué nunca has tenido una mascota en tu vida muchacho? - preguntó como quién sorprende a un niño portándose mal

Este...nunca un ratón, siempre me han parecido más listos de lo que aparentan  no cree? - Respondió Pedro recordando cómo los ratones que veía en preescolar parecían sospechar de él, sin embargo la maestra le dijo que eran alucinaciones suyas. El sueño sobre el juicio se le empezaba a hacer distante y los detalles difíciles de recordar, como con todo sueño que había tenido en esa maldita prisión.

Cierto, cierto - acordó  complacida la voz - Milly acá tiene varias habilidades que dejarían boquiabierto a más de uno, digamos que, puede traer cosas - sentenció la voz con un tono que invitaba a su interlocutor a hacer una pregunta, al no formularse esta continuó - cosas que si bien en el mundo real pueden parecer una nimiedad, acá valen más que cualquier tesoro enterrado en esta isla de fantasía muchacho - dicho esto guardó silencio.

Luego empezó la música.

8.5.08

02 - Pedro Vindas

Pedro Vindas nació por allí del mes de Agosto perteneciente al año 19..., cuando pisó por primera vez los adoquines en el patio de recreación del recinto carcelario donde fue encerrado, ese día fue cuando Pedro Vindas nació...

La corte estaba repleta, o al menos eso le pareció al pálido joven que estaba en la butaca del acusado, sus ojos parecían querer salirse de sus órbitas y sus dedos se crispaban en la silla que ocupaba: estaba aterrado y no sabía disimularlo
-Marco Ruiz - dijo un hombre sentado a mi lado, por su aspecto deduje que era un periodista: traje entero, libreta de notas en la bolsa delantera, grabadora de voz en la mano y mirada expectante, casi interrogadora - este pobre muchacho descontará 50 años como mínimo si lo encuentran culpable - dijo con expresión severa
- Justicia divina - aseguró una señora a mi otro lado que estaba prestándole atención al reportero, tenía los ojos llorosos y su voz se quebraba - y aun me parece poco para la atrocidad que hizo - gimió
-Pero las pruebas no son concluyentes - debatió el periodista, se armaría un conflicto de un momento a otro y yo en medio
-Necesitan un chivo expiatorio, comprobarle al pueblo que se hace justicia - terció un viejo que estaba sentado a la par del periodista
- Todos de pie para recibir al honorable Juez del distrito de ... - la multitud cuchicheante quedó en silencio y se puso de pie, el juez tomó asiento y todos los presentes le imitaron
-Silencio - dijo - se estudiará el caso numero 1425 del estado de ... a la fecha 5 de marzo del año 19... .La audiencia guardó silencio mientras el juez examinaba la escena.
El público expectante a una rápida y certera decisión, los reporteros "ilegales" sobresalian por detras de las ventanas de la corte intentando obtener una toma del acusado o del caso en general, la fiscal hablaba con el representante de la familia de la victima el cual parecía casi arrepentido de estar allí y de condenar a aquel pobre desgraciado. El juez volvió a mirar al acusado, aquel joven paliducho y enclenque que pensó estaba alli por equivocacion, era el principal sospechoso de aquel atroz crimen que le quitó el sueño por una semana, un escalofrio recorrio su cuerpo, pero se contuvo y empezó el juicio
Cabe destacar que del proceso que se llevo a cabo allí dentro, solo se pueden rescatar fragmentos y pocos datos, pero siempre hubo un hecho curioso que nadie supo explicar, el cómo habiendo entrado alguien enclenque y asustadizo, haya salido un hombre de sangre fria y sin pizca de arrepentimiento en su semblante.
Las horas pasaron y el juicio no llegaba a ningún lugar, el abogado defensor, probablemente por el aspecto de su cliente, hizo de tripas corazón para demostrar la inutilidad de las supuestas pruebas, y los beneficios que ciertos individuos obtendrían con la encarcelación de "aquel inocente muchacho", el cual solo "habia estado en el lugar equivocado a la hora equivocada".
Lo que nunca supo es que dentro de la mente de aquel atormentado joven, iba naciendo, casi de manera literal, una nueva personalidad, un asesino metódico y pulcro en cada manera de su ser y su actuar diario. Los medios lograron su cometido, aunque en vez de convencer al jurado, habían convencido al acusado de ser culpable de tan violento hecho de alguna manera proveyéndole una declaración llena de macabros y acertados detalles, los cuales terminaron de convencer al jurado despues de 8 horas de debate y de tensión...
-Abran la reja, que viene carne fresca - gritó el guarda de la reja de la prisión - este no dura una semana siquiera - palmeó el hombro del muchacho ceñudo al cual guiaba, mientras soltaba una sonora carcajada - pobre tipo.
La reja se abrió con un quejido, como si lo recibiera ansiosa, el muchacho pasó y la reja se cerro detras del guarda y de Pedro Vindas...

01 - El ventanal

-Maldición- rugió Pedro - está cerrado con llave. El portón de acero que les bloqueaba el paso, parecía infranqueable, y se oían ya pisadas apresuradas tras del grupo. Por aquí hay una abertura - observo Miguel, conocido como "chango" - vamos, rápido. Los tres entraron por el resquicio en la pared y despues: silencio, pasos apresurados, una luz se veía de manera intermitente escrutando el corredor en el cual segundos antes había estado el grupo de prófugos, a su saber, los habían delatado; la luz se acerca los habían atrapado...
En una celda oscura y fría, un prisionero se rebullía en su cama inquieto, como si le atacaran las pesadillas.
El canto de un gallo despertó a Pedro Vindas, por supuesto no había sido un gallo verdadero, solo que su habitación quedaba muy cerca del ala donde encerraban a los enfermos mentales, a los que habían enfermado de estar confinados en esa prisión, eso no le pasaría a el.
Se aseó lo que pudo en el asqueroso lavabo de su celda, evitaba mirar la letrina, donde conservaba las herramientas que tanto le habían costado, una caja de cigarrillos y la comida de tres días, los cigarrillos no los había echado de menos, de joven nunca le atrajo el "estúpido vicio", pero la falta de alimento le iba a cobrar caro mas adelante si pensaba llevar a cabo su plan.
Terminó de asearse, y se dispuso a hacer ejercicio en su celda, no mas para mantener la forma que debería tener un joven de 25 años y no caer enfermo debido a la inmundicia que le rodeaba, terminado el ejercicio leyó, una biblia gastada y vieja que el padre de la prisión le había dado por que "de aquel agujero de perdición, solo Pedro se nos salva"

Psst, Pedro - se oyó el susurro por una grieta en la pared, Pedro se agacha y finge amarrar sus agujetas mientras oye por la grieta - dice Caimán que si tiene la vara lista y si no que se ponga las pilas por que se esta hartando de que sea pura paja su alma
De no se por que ya estaba harto de oír las ultimas semanas la misma amenaza, Pedro se habría hecho un ovillo y llorado en su celda esperando a que lo viniesen a acabar, pero sabía que Caimán estaba igual de desesperado que él y no arruinaría la oportunidad de escapar de aquel agujero por una simpleza.

Era un martes lluvioso, como a mediados de mayo calculó Pedro, la verdad no le importaba, cuando estuviera fuera se daría cuenta de que fecha era, el mundo se daría cuenta al fin y al cabo.
Platos - gritó la voz imparcial del guarda de turno, en ese instante todos los reos sacaban sus mugrientos platos por la hendija inferior de la puerta, mientras un cocinero depositaba un grumo asqueroso sobre ellos - Ni en el Greco obtendrás esto muchacho - se mofó el cocinero soltando una carcajada profunda y grave.
Pedro miró con desdén su comida y la comió con pocas ganas, sabiendo que en menos de un mes estaría probando algo mejor en algún lugar a no menos de mi kilómetros de esa prisión, acabó y se enjuagó la boca con un poco de agua, esta sabía un poco a rancio, pero igual era peor nada.
Sonaron unas campanas, la puerta de su celda se abrió
- Vamos, le dijo el guarda es hora de la misa - Pedro supo porque Caimán le mando el mensaje, no era martes como él creía, era viernes, y la fecha se acercaba peligrosamente; Pedro se levantó, se dejó esposar y fue conducido hasta la capilla: izquierda, derecha, portón, izquierda de nuevo...
Se sentó en el lugar de siempre, a la par del ventanal que daba a la calle, así mientras el padre relataba la misa, podía echar una ojeada indiscreta al exterior y contar con información que le podía ser valiosa en un futuro no muy lejano.

- El cuerpo de Cristo - dijo el padre entregando la eucaristia
- Amén - dijo Pedro, santiguándose

Volvió a su sitio, y miró de nuevo por el ventanal, lo examinó detenidamente, este estaba labrado de manera simple, al estilo de unas casas europeas antiguas que había observado en una revista algún tiempo atrás, no tenía barandal, y supuso que la caída desde allí eran unos 8 o quizá 10 metros, al lado de esta se veía unas hojas verdes y un tallo delgado que pertenecía a una hiedra que llevaba seguro varios años de ser vista por muchos presos que como Pedro acudieron a la religión para pasar el rato, pero al parecer solo él lo había notado y no dejaría pasar la oportunidad...

Proyecto novela

Bueno, no se si alguna vez se les ha ocurrido en la vida que todo lo pueden hacer, pero bueno, dejando de lado los motivos, me he propuesto a escribir una novela, la cual no espero que haga mella en la literatura actual, pero que al menos entretenga a los que se toman la molestia de leer este espacio, si puedo, actualizare cada semana con un capitulo o dos de el escrito, lo ire trabajando sobre la marcha asi que nada de reclamos si no llega ;D